Explotación infantil


Deberán dejar un comentario acerca de la explotación infantil.




El trabajo fue realizado por:

Dallapé, Mariano
Espasandín, Guillermina
García Esquiús, Sofía
Gonzalez Patuto, Camila
Ibarlucía, Macarena
Lorusso, Rocío
Raggio, Mariano

4 comentarios:

Previley, Ma. Montserrat - Vinitzky, Marianela dijo...

Todos tenemos los mismos derechos, pero los de estos niños estan siendo violados.
Se debe hacer algo para que puedan ser cumplidos como lo merecen.
Un beso chicus

Virginia Bailone, Mayra Marzano dijo...

Trabajo infantil

El trabajo infantil es una de las peores formas de explotación y abuso. Pone en peligro la salud, seguridad y educación de los más chicos, al mismo tiempo que atenta contra su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social.

Existen en el mundo alrededor de 40 millones de menores que trabajan en fábricas, en la agricultura, en la minería, en pequeñas industrias, en talleres de artesanía, en hostelería y tiendas o como vendedores ambulantes. En los países en vías de desarrollo, las causas esenciales de este fenómeno son el atraso económico, vinculado en algunos casos al dominio colonial que casi todos ellos sufrieron, la supervivencia de estructuras socioeconómicas arcaicas, el brusco descenso del índice de escolaridad de los niños a partir de los 11 o 12 años de edad, y el aumento de la población.
A menudo los niños realizan en las fábricas trabajos relativamente ligeros pero entre éstos se destacan algunos que presentan riesgos evidentes para su salud y seguridad. A veces los destinan a ocupaciones peligrosas: fabricación de cohetes, soplado de vidrio, transporte de vidrio incandescente, utilización de materiales tóxicos en las tintorerías, trabajos que implican la exposición al polvo y al plumón en las fábricas textiles, al calor y al frío extremos en la manufactura de ciertos productos, trabajos en fundiciones y, en general, en la proximidad de hornos y de máquinas sin protección.
En tales lugares de trabajo, la iluminación, la ventilación y las condiciones sanitarias son casi siempre muy deficientes, y las precauciones de seguridad son mínimas. Todo ello se agrava extremadamente en el trabajo en minas.

En algunos países es usual que niños muy pequeños sean llevados por su familia de las zonas rurales a las urbanas, donde son prácticamente vendidos para el servicio doméstico. A menudo no se paga a estos niños, considerados como "adoptados". Tal situación hace posibles el trabajo excesivo, los malos tratos y la explotación. Una manera dramáticamente extrema de explotación es cuando las niñas o adolescentes son vendidas a proxenetas o mafias, que las forzarán a ejercer la prostitución, con sus secuelas -además- sanitarias y otras enfermedades.
Se calcula que existen aproximadamente 246 millones de niños y niñas que trabajan. De ellos, casi tres cuartas partes -171 millones- lo hacen en situaciones o condiciones de peligro, como por ejemplo, en minas o manipulando productos químicos y pesticidas en tareas agrícolas o manejando maquinaria peligrosa. Están en todas partes, pero no se les ve: trabajan en el servicio doméstico en casas particulares, como obreros tras los muros de las fábricas u ocultos a la vista en las plantaciones.
Sigue en aumento la cifra de niños explotados laboralmente, quienes ganan hasta diez veces menos que un adulto.
En Latinoamérica, donde trabajan 17 millones de niños de entre 5 y 17 años, las ganancias de estos menores suponen del 10 al 20% de los ingresos de sus familias.
El reclutamiento obligatorio de niños para conflictos bélicos, considerado como una de las peores formas de trabajo infantil, está también en auge.


Enviado por: Julia Casciotti

De Sarro Javier(El Rulo) - Tomas Santiago(Tiaguin) dijo...

La verdad es inentendible como pueden seres humanos dejar trabajar a personas tan chicas y forzarlas a un tipo de trabajo q es perjudicial para ellos.Yo creo q esta problematica es una de las peores formas de abuso contra los menores de edad.
Creo q lo mejor es q se busque una solución rápida a este problema.
Un beso chicas

Joaquin Steffan, Santiago Diz, Mauro Castillo Rondinara dijo...

hola soy santi diz. La verdad no puedo creer lo uqe le ahcen a estos pobres chicos, pero hay que recordar una cosa, en la vida las cosas mañas siempre vuelven. bueno nos vemos...


VAMOS INDEPENDIENTE.
SANTIAGO DIZ